Con habitaciones, sin habitaciones, en casa, en libertad en el campo, con muchos perros, individualmente... Hay muchas residencias caninas, de diferentes características, pero... ¿Cómo saber cuál es la mejor para mi perro? ¿En qué podemos fijarnos?:
La metodología de trabajo, siempre amable y respetuosa con los perros. Si en la misma web ya observamos que realizan adiestramiento, clases grupales de obediencia, hay fotos de perros con collares metálicos o de ahogo... ahí no es!
Las residencias con habitaciones/cheniles no son malas, de hecho, para muchos perros, serán beneficiosas. Para algunos perros, tener que gestionar a perros desconocidos 24/7 puede suponer un estrés muy alto y perjudicar su descanso.
Las residencias grupales, mejor con pocos perros. Es el formato de residencia más dificil de gestionar realmente bien. Cubrir las necesidades, tiempos y espacios individuales en grupo, es realmente complejo y diseñar grupos de calidad con perros también. Por lo que este tipo de residencias solo las recomiendo si al perro le es una dificultad estar solo, la persona que trabaje en la residencia es de confianza o el grupo canino es reducido.
Visitar las instalaciones con tu pero antes de una estancia larga allí es muy buena idea para que la adaptación sea lo más gradual posible y valorar si es buena residencia para nuestro perro. Aunque no todas las residencias permiten realizarlo, sí es muy recomendable pedirlo, incluso muchas ya lo realizan como protocolo de bienvenida.
Poder tener contacto con la residencia para conocer el estado de nuestro perro. No podemos exigir atención constante, ni diaria, pero conocer cómo está nuestro perro y ser participe de guiar y acompañar a los cuidadores es muy recomendable.
¿En entorno natural o residencia urbana? Las residencias en zonas naturales y con fincas grandes permiten que la estimulación sea más baja y el descanso (seguramente) mayor, así como el manipulado hacia el perro por parte de los cuidadores a la hora de salir a pasear. Especialmente recomendable en casos de perros con dificultades con personas desconocidas.
Las residencias caninas no solo debemos valorarlas cuando el perro no nos puede acompañar en determinados viajes, algunos perros estarán mejor en residencias que en determinados contextos; nochevieja, fiestas en casa, viajes de mucho turismo urbano, etc.
Conocer varias residencias nos permitirá seleccionar en función de las necesidades de nuestro perro en cado momento de su vida, así como tener varias opciones conocidas por si en temporada alta la disponibilidad se complica.
Y tu, ¿Qué priorizas a la hora de decidirte por una u otra residencia canina?
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