¿Por qué detallo "vacacional" en el título? Porque hay muchas formas y motivos por los que viajar con un perro, ya sea trabajo, formación, vacaciones o trayectos puntuales. Pero aquí hablaré de los viajes vacacionales, de los que hacemos por el disfrute de TODOS, incluido ellos.
¿Qué solemos entender por vacaciones las personas? Quizá, algunos de nosotros pensemos en acudir a un destino de playa, montaña o segundas residencias, dormir muchas horas, hacer paseos breves, comer y descansar. Otros quizá pensamos mas en visitar cuantos mas lugares reseñables mejor, para aprovechar el desplazamiento. Y otros sin embargo haremos viajes temáticos: gastronómico, de actividades concretas, familiares, con amigos, en festivales, fiestas de pueblo, etc.
Como ya habrás ido imaginando, no todos los viajes que he mencionado anteriormente son compatibles con perros, y aunque el perro tenga la capacidad legal de acceder a estos espacios, es alto probable que no sea adecuado para según el individuo, ya que no implicaría un disfrute y bienestar por su parte.
Entonces, ¿Qué hace para un perro que el viaje sea vacacional? O, ¿Cómo podemos ayudarle a disfrutar lo máximo posible?:
Facilitar el descanso por encima de todo. Todo cambio (aunque sea a mejor) conlleva estrés y mucha adaptación a lo desconocido por su parte. Cuanto más pueda dormir, más podrá procesar y afrontar novedades posteriormente.
Haz planes que implique la realización de actividades que disfruta tu perro, por ejemplo, acudir a zonas de río o mar con perros muy acuáticos, amplios bosques que investigar con perros muy exploradores o muchos ratitos de contacto para perros mimosos.
Super recomendable que el entorno que empleareis como casa, sea tranquilo y que el perro pueda percibirlo realmente como "casa", ya sea una casa rural, hotel, furgoneta, autocaravana o camping. Lleva sus cosas; camita, alfombra y/o algún juguete para ayudarle.
Cuanta menos estimulación, ¡mucho mejor! Aunque haya perros que se adapten super bien a cualquier ambiente, cuanto menos ajetreado sea, será más fácil de gestionar para tu perro. Acude a entornos de baja estimulación visual, auditiva y/o bajas exigencias físicas, entre otros.
Mantén cierta rutina en la medida que puedas. Tanto una nueva rutina que se ajuste a la organización del viaje, como seguir manteniendo parte de la rutina diaria habitual. Ayudará al perro a controlar mejor las actividades y anticipar cuándo tiene que activarse o cuando puede realmente descansar profundamente.
Y por supuesto, y como era de esperar, mucho descanso a la vuelta de las vacaciones. Seguramente a tu perro le tomará varios días o incluso semanas recuperarse tras la experiencia y volver a habituarse a vuestra vida anterior.
Recuerda, si el viaje es de disfrute para TODOS implica que la organización previa y adaptación a los cambios durante el propio viaje es de todos y para todos. Ve observando cómo se siente tu perro, no tengas miedo en hacer cambios organizativos si ello implica el bienestar de todos durante las vacaciones.
Recuerda, a estos viajes, VAMOS A DISFRUTAR.
