La correa, fuera de ser una herramienta de castigos y correcciones como algunos adiestradores promueven, es una herramienta de seguridad. La empleamos para limitar físicamente al perro y así, prevenir de ciertos peligros (especialmente en paseos urbanos).
Pero, la correa es un puente comunicativo brutal entre perros y personas. A través de ella el perro puede recibir mucha información y nosotros aportársela. Es por ello que hacer un correcto manejo de correa ayuda a:
Mejorar los paseos.
Tener mayor comunicación y más clara con nuestro perro.
No influir en el perro con nuestras preocupaciones a través de constantes tensiones o tirones.
Aportar tranquilidad y calma.
Reducir estrés de la experiencia de paseo.
Quien maneja la correa guía, limita y/o da información al perro somos nosotros, los conductores. Pero, ¿Qué supone para el perro ser el copiloto? ¿Cómo viaja con nosotros? Echa un ojo a las siguientes imágenes y deja en comentarios el tipo de conductor que sueles ser (seré sincera, yo a veces también miro el móvil):
1. Vas siempre a 100 por hora, tienes un circuito cerrado y ¡nada os puede retrasar! Tu perro no disfruta, ¡va volando! Y esto seguramente no le permita observar, olfatear o analizar en detalle el entorno, dificultándole la experiencia de los paseos y agravando sus inseguridades.
2. Te asustas de cualquier imprevisto, y eso genera que tensiones correa de manera brusca, des tirones o cojas al perro de golpe en brazos. Es probable que tu perro se apoye en tu percepción del entorno y se vea influido por tus miedos e inseguridades.
3. Vas más pendiente de Instagram que de lo que hace tu perro o lo que sucede en la calle, no atiendes las peticiones de ayuda de tu perro, ni su comunicación o miradas. Seguramente tu perro se tope con situaciones que le cuesta gestionar y ello acabrá generándole mayor estrés y debilitando la relación contigo.
4. Te preocupas más de lo que piensan u opinan otros sobre ti, y tomas en cuenta consejos de desconocidos. Nadie mejor que tu sabe por que actúas como lo haces, cual es vuestro proceso y experiencias. Evita que te influyan los juicios ajenos.
5. ¡Tu perro y tu sois un equipo! Los paseos son un espacio de disfrute para todos, atendéis a la comunicación mutua, os tenéis en cuenta y os acompañáis en el día a día.
Y tu, ¿Qué tipo de conductor sueles ser?
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