¿Dar libertad de elección significa que el perro haga lo QUE quiera, CUANDO quiera, DONDE quiera y SIEMPRE que quiera?
Pues NO. Rotundamente NO.
Dar libertad de elección significa que previamente a permitir al perro decidir sobre el entorno, le hemos proporcionado las herramientas adecuadas para enfrentarse a él. Le hemos permitido asegurar el entorno, analizarlo en detalle y le dejamos desarrollar el pensamiento para elegir qué estrategia emplear acorde a cada situación.
Dar libertad al perro sin proporcionarle herramientas sería como echarle a los leones e inundarle, y no queremos eso. El perro se vería saturado, con niveles de estrés altos y en autentico apuro en cada pequeño problema o cambio de la vida.
Como todo en la vida de los perros, ha de ser GRADUAL. Podemos empezar con acciones tan simples como:
Dejarle escoger comida. Ofrecerle varios tipos y que él elija lo que más le apetece ese día, en función de su textura, dificultad, olor, sabor, etc.
Elegir juguetes o masticables, e introducírselos cambiando su significado. Ejemplo: la pelota no siempre debe significar juego de excitación persecución, podemos presentarla como juguete de búsqueda o masticación.
Elegir trayectoria del paseo, ritmo o duración. Pasear siempre por las mismas zonas acaba siendo monótono, déjale elegir qué le llama la atención cada día.
Elegir cómo relacionarse con otros perros o humanos, su intensidad y el tiempo, sin que nosotros intervengamos.
Elegir si salir a la calle o saltarse uno de los paseos diarios. Puede que se acerque una tormenta que nosotros no identificamos pero él sí y ya le asusta, o simplemente ese día siente dolor, etc.
Elegir donde dormir, en función del ruido de la habitación, la textura y altura de la cama, las corrientes de aires, etc.
Elegir cuándo interaccionar con nosotros y cómo. Cuando pedir juego o cuando pedir caricias calmadas.
Etc.
¿Por qué debe ser gradual? Porque la mayoría de los perros están DEMASIADO acostumbrados a que decidamos TODO por ellos, y enfrentarse a estas decisiones por sí mismos, por simples que parezcan, para ellos son todo un mundo que generará incertidumbres.
Muchos perros se “bloquearán” al principio, desconcertados, pedirán ayuda, nos mirarán, es normal, ayúdale si es necesario. Aprende a interpretarle y comunicarte con él para saber transmitir este tipo de mensajes. Déjale analizar las situaciones, parar, observar, actuar, equivocarse, reintentar, en definitiva, déjale aprender de SUS propias experiencias.
Aprender a discriminar unas cosas sobre otras también les ayudará a auto conocerse, aprenderán que estrategias y herramientas pueden aplicar y cuales realizaran de manera mas experta (puede variar según razas, edades, tamaños, entorno, etc) y a que NOSOTROS los conozcamos mejor (nos ayudara a anticiparnos y prevenir situaciones desagradables o nos ayudara a seleccionar de mejor manera y en mas contextos las situaciones verdaderamente agradables).
Te planteo un pequeño reto, ¿podrías hacer un listado de 10 cosas que le gusten de verdad a tu perro? (y no valen solo tipos de chuches o juguetes).
En la foto, un perro de la isla de Rolas, en Santo Tomé y Príncipe, mirando su entorno, una mujer lavando los platos y dos perros jugando en el muelle, y analizando su próxima acción. En esta ocasión, el perro decidió alejarse de la escena olfateando la arena de la playa.
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