La gran mayoría de problemas entre perros y humanos surgen por falta de entendimiento en la convivencia. Al fin y al cabo es una relación como otra cualquiera, como ocurre entre humanos, en una misma familia, entre compañeros de piso, de clase o trabajo, igualmente ocurre entre los animales.
La convivencia con nuestros perros puede traer conflictos, al final, es una convivencia que requiere de comunicación, comprensión y empatía por cada individuo y sobretodo mucho respeto. Son las bases para cualquier relación sana. Con frecuencia solemos oír ideas como el liderazgo, la dominancia, la jerarquía, etc, ideas que llevan a generar competitividad, desequilibrios y desajustes que solo dañan las relaciones, haciéndolas insanas, tensas, poco naturales y desagradables para todos los individuos.
Si coincidimos en que este tipo de relaciones son desagradables y no las ponemos en práctica con compañeros humanos, ¿Por qué insisten tanto en que lo hagamos con nuestros amigos los perros?
Tan importante es conocer buenas prácticas y formas de educación canina, como reflexionar sobre el tipo de relación que buscamos, y mejor consideramos, para poder ponerla en práctica de la mejor manera posible.
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